En mi último post, mencioné mi intención de hacer una revisión de mis lecturas de 2020 con sus correspondientes dibujos penosos. El año pasado leí bastante más que en 2019, 49 libros en total (aquí puedes ver la lista completa), así que puedes esperar una entrada larga, llena de despropósitos y hombrepalismo vergonzante. Ahí queda el aviso.
No te asustes, no voy a hacer una reseña completa de todos ellos, pero sí quiero ordenarlos todos en las tres categorías que ya utilicé el año anterior: libros que me han enamorado, los que me dieron lo que esperaba o me sorprendieron gratamente y cuáles me decepcionaron. ¡Allá vamos!

Amor con todas las letras:
Nunca he sido una gran fan del horror cósmico, porque normalmente todas las historias que leo me suenan a más de lo mismo y terminan por aburrirme. Confieso que ya ni siquiera suelo darles una oportunidad. Sin embargo, en el club de lectura de 2019 leímos un libro horrible de vampiros contra nazis que nos dejó a todos bastante fríos y justo cuando estábamos comentándolo se cruzó en mi camino «En la Espiral de la locura» en la que Pascual Delegido enfrenta un submarino nazi con el horror cósmico. Así que, tras el fiasco del club de lectura, me lancé a la aventura del nazis contra Cthulhu. ¡Y qué aventura!
La atmosfera está muy bien conseguida. La historia se va desenvolviendo poco a poco a partir de los escritos que van haciendo en sus diarios los distintos personajes de la historia, todos ellos muy diferentes y bien construidos. A medida que vas leyendo, no puedes sino visualizar todo lo que está ocurriendo, es un libro muy cinematográfico y, cuando terminó, me sentí muy satisfecha tanto con el desenlace como con en viaje que me había llevado hasta ahí. Puede que este sea el libro que más he recomendado de todos los que he leído en 2020 y no pienso dejar de hacerlo porque me parece que lo merece.
Con «La ladrona de Skania» de Sheila Moreno Griñón y «Réquiem por los cuentos de hadas» de Eva L. Torres me pasó algo muy similar. No había leído nada de ninguna de estas dos autoras y me enfrenté a sus libros esperando encontrar una historia de fantasía entretenida, pero lo cierto es que ambos libros son mucho más. Son originales y tienen unos personajes de los que uno se enamora con facilidad. La ladrona de Skania lo comencé una tarde de domingo para hacerme una idea del estilo de la autora y, cuando me quise dar cuenta, se me había terminado. En cuanto a Réquiem me leí sus 471 páginas en cuatro días y me supo a poco.
Abercrombie es un escritor que, por lo general, me gusta. Sus historias son justo lo que busco y su forma de narrarlas me maravilla, sin embargo, no todos sus libros me han convencido. Alguno me dejó un tanto fría y eso, cuando ocurre con una novela que llevas meses esperando, duele en el alma. La sinopsis de «Un poco de odio» no me terminaba de convencer y abordé el libro con un poco de escepticismo. En menos de cien páginas estaba totalmente dentro. Es un libro brillante, con unos personajes que, en general, prometen mucho de cara a la segunda entrega (que lógicamente no puedo esperar a tener en mis manos, por favor, por favor que llegue ya el día de la publicación) y los habituales giros a los que nos tiene acostumbrados. Además, como fan total y absoluta que soy de las escenas de sexo lamentable, este libro no puede ser mejor.
Con «Mundos sutiles» podría parecer que hago trampa, ya que uno de sus relatos es mío, pero si tengo que pensar honestamente en la antología, sin tener en cuenta mi historia y sabiendo que el convencerte de que te compres el libro no me va a sacar de pobre ni remotamente, no puedo sino reconocer que es una maravilla. La selección de relatos tiene tanta calidad que no paraba de sorprenderme con cada nueva historia. Nunca he sido una gran seguidora del realismo mágico, pero al acabar esta antología me quedé con ganas de mucho más. Estoy deseando que publiquen la segunda parte para descubrir qué alegrías me depara.
La sinopsis de «Agnus dei» no cuenta nada ni permite hacerse la menor idea acerca del argumento o lo que puedes encontrar al leerlo y esa es la mejor manera de enfrentarse a esta historia, así que no voy a ser yo quien lo estropee. Solo puede decirte que, si te gusta la oscuridad, leas a Nieves Mories. Es maravillosa.
«Sobre el amor, el tiempo y otros agujeros negros» es un libro de ciencia ficción que trata sobre matemáticas. También sobre el amor, pero MATEMÁTICAS. Yo soy de letras, muy de LETRAS. Y MATEMÁTICAS. Lo compré tras escuchar el cariño con el que su autor hablaba de la historia el día de la presentación y no me arrepiento de nada. Me enamoró. Nunca las matemáticas han tenido tanto corazón.
Cuando compré «Olor a menta» esperaba leer una historia romántica, ligera y con un puntito mamarracho que me animara la tarde y, en su lugar, encontré una historia capaz de robarme el corazón y arrancarme las entrañas. Creo que todavía no me he recuperado.
«Canción de sal» es una historia preciosa y la forma de escribir de Marina Tena Tena parece imposible de puro perfecta. No suelen gustarme las historias con niños como protagonistas, pero en este caso funciona de maravilla. Un libro muy recomendable.
De «Arrójame a los lobos» de Ester León y «La Herencia del Diablo» de Lorena Hebles no sabía qué esperar, solo había oído que merecían mucho la pena y decidí darles una oportunidad. Ahora que los he leído, no puedo estar más de acuerdo. Aunque los haya agrupado en esta lista, no se parecen nada entre sí salvo en que ambas historias están muy bien construidas, con unas premisas interesantes que te mantienen en tensión a lo largo de toda la historia. Además, el estilo de ambas autoras es francamente bueno y leerlas es un gustazo.
Los personajes de «La Compañía Amable» de Rocío Vega enamoran tan pronto como los conoces. Se salen mucho de lo habitual cuando se habla de mujeres fuertes en libros de fantasía. Solo por esto, el libro merece una oportunidad, pero es que además, la ambientación andalusí encaja a la perfección.
«Un puñado de relatos» de María Vázquez es una joya y además lo puedes encontrar gratis en Lektu aquí, así que no sé a qué esperas. Las historias de María son profundas, delicadas y llenas de sentimiento. Personajazos inmensos (la mayoría femeninos), ambientaciones excelentes y un estilo precioso. Es un gustazo de antología.

Ni tan mal, oiga
Dentro de este apartado hay tres tipos de libros: los que me gustaron, pero hubo algo que hizo que mi experiencia lectora no fuera todo lo satisfactoria que debería haber sido, los que me dieron justo lo que esperaba y los que no daba un duro por ellos y al final me gustaron lo suficiente como para salvarlos de la quema.
«Cántico por un alma» entra dentro de la primera categoría, al igual que «Las estrellas son legión», «Kim Ji-young, nacida en 1982», «Carmilla y otros relatos de mujeres vampiro», «Ayantek», «Haberlas Haylas», «Guárdate de las hijas de Marte», «Arcanum ilimitado», «Quien teme a la muerte» y «El dios Tullido». Los casos que más me dolieron fueron los de «Ayantek», «Guárdate de las hijas de Marte» y, como era de esperar en una malazana como yo, «El dios Tullido».
Tanto en el caso de «Ayantek» como en el de «Guárdate de las hijas de Marte» el final me dejó un poco desencantada. No por el final en sí (de hecho, el de Ayantek me pareció una genialidad), sino por la forma en que está desarrollado y que desmereció un poco unas lecturas que estaba disfrutando.
En cuanto a «El Dios Tullido», tengo sentimientos encontrados. Por un lado, la satisfacción de terminar por fin con la decalogía después de tantos años esperando casi compensa todo lo demás. El final en sí, me parece no solo adecuado, sino muy a la altura de la historia. Sin embargo, cómo llega hasta él me resultó un tanto tedioso y carente de interés. He seguido las andanzas del imperio de Malaz durante nueve libros, pero gran parte del décimo recae sobre personajes que pasaban por allí y con los que no se llega a empatizar tanto. Tiene momentos épicos, pero para ser el cierre de la saga mucho menos que los anteriores y esperaba más, mucho más, epicidad de la que te deja el corazón dolorido durante semanas. Así que el libro me ha gustado, pero me ha dejado un regusto amargo.
Me gusta mucho cómo escribe Virginia Pérez de la Puente, tiene un estilo precioso y que da gusto leer. «Cántico por un alma» tiene muchas cosas buenas, pero el ritmo se me hizo un tanto irregular y algunas subtramas no me llegaron. Quizá fue una cuestión de expectativas porque considero que es un buen libro, pero no me terminó de gustar tanto como esperaba.
Después de leer «La brigada de luz» estaba deseando leer más de Kameron Hurley y, si bien «Las estrellas son legión» no es un mal libro en absoluto, me parece más torpe y algo peor resuelto que la brigada. Creo que si los hubiera leído en orden inverso, seguramente me hubiera gustado mucho más.
Con «Kim Ji-young, nacida en 1982» me sentí un poco estafada, porque el principio del libro te plantea un misterio que de pronto deja de importar y no se resuelve en ningún momento. Por lo demás, me gustó, tanto cómo está escrito como la historia en sí.
«Carmilla y otros relatos de mujeres vampiro» me dejó bastante indiferente. Solo el relato titular Carmilla me pareció interesante por lo trasgresor que debió resultar en su momento. Por desgracia, ahora suena a historia repetida hasta la saciedad. «Haberlas Haylas» y «Arcanum ilimitado» me resultaron irregulares, con historias que me encantaron y otras que se me hicieron pesadas. En «Quien teme a la muerte» encontré tramos apasionantes seguidos de otros que me aburrían y un final que me convenció bastante poco.
Esto no significa que no recomiende la lectura de estos libros. De hecho, creo que todos ellos merecen la pena y deberías darles una oportunidad para poder formarte tu propia opinión.

Los libros de la segunda categoría, los que me dieron lo que esperaba, me gustaron, algunos de ellos bastante o incluso mucho. Entre ellos hay casos de libros que forman parte de sagas que me gustan como es el caso de «Las trampas del afecto» o «Palabras radiantes» y otros que están escritos por autores que me encantan. Estos libros cumplieron mis expectativas, esperaba cosas buenas de ellos y todos me las dieron, que no es poco, pero están en esta sección porque no fueron más allá: «Desollada», «Mala baba», «Escribir desde los cimientos», «Las Trampas del afecto», «Las mocedades de Rodrigo», «Lauburu», «El guardián de la torre esmeralda», «Il catello dei destini incrociati», «Palabras radiantes», «Manchas difíciles», «Me defino enigma», «Misteria I», «Acero y cenizas», «Magia de sangre», «Rutina de entrenamiento para escritoras en ciernes», «Un rincón oscuro», «El terror tiene tu rostro».

Y en la última categoría (libros por los que no daba un duro y al final, ni tan mal) encontramos: «La ciudad que nació grandiosa y otros relatos» y «Tres guineas».
«La quinta estación» de N.K. Jemisin se coló el año pasado en la parte más baja de mi lista de lecturas. No logré conectar con la historia y los personajes no me interesaron lo suficiente, de hecho, me cayeron bastante mal. Sin embargo, las ideas de la autora me parecían novedosas e interesantes, así que, cuando se publicó «La ciudad que nació grandiosa y otros relatos» decidí darle otra oportunidad a esta escritora. No esperaba gran cosa y estaba muy equivocada. Jemisin me ha convencido mucho más como escritora de ficción breve que como novelista. Un libro muy recomendable.
Otra autora más a la que decidí dar otra oportunidad este año ha sido Virginia Wolf. «Una habitación propia» es una obra emblemática que la mayoría de la gente alaba y que no logró conectar conmigo cuando la leí, me pareció tramposa en ocasiones y bastante monótona. Sin embargo, con «Tres guineas» sí he logrado sintonizar e incluso me ha arrancado alguna risa. Creo que he hecho las paces con Virginia Wolf y seguiré leyendo más obras suyas.

¡Quién me mandaba a mí...!
En general, es difícil que un libro me parezca tan horrible como para que no recomiende darle una oportunidad. He leído muy pocos libros en mi vida que me hayan parecido tan malos como para no salvar absolutamente nada de ellos. El caso de las obras que voy a comentar ahora no es ese y no me arrepiento de haberlas leído hasta el final. Es más bien un tema de expectativas. Son libros que no son malos per se si no que me han decepcionado en base a lo que yo esperaba encontrar.
El caso de «Patria» y «El priorato del naranjo» es similar. Son libros que todo el mundo ponía por las nubes y que a mí me han dejado más bien fría. Ambos libros tienen varias subtramas que no aportan nada, ralentizan la historia y quitan impacto a otras tramas que deberían estar mejor desarrolladas. Además, tanto en uno como en otro hay personajes que no me han convencido nada y cuya forma de actuar era inverosímil, un cliché sin sentido o no estaba bien trabajada.
La «Tierra Errante» tiene algunas de las mejores ideas que he visto en mucho tiempo, pero el estilo me ha dejado totalmente fría. La trama de todos los relatos avanza a base de resúmenes de lo que va ocurriendo y monólogos larguísimos. Los personajes, en general, me han parecido bastante planos y no me transmitían ninguna emoción. Eso sin contar los pequeños toques machistas que me sacaban de la historia todo el rato (mención especial al relato Maldición 5.0 con el que casi prendo fuego al libro).
«Orgasmatón» me lo vendieron como un libro feminista y rompedor porque trata una rebelión de mujeres, pero lo cierto es que es un libro que salta de una fantasía sexual masculina a la siguiente con un trama bastante simple. Me ha parecido el enésimo libro que te habla de un mundo futuro en que las mujeres son esclavas de los hombres y qué quieres que te diga, ni siquiera lo veo especialmente interesante, no me ha aportado nada nuevo.
Por último, en este apartado nos encontramos con «Podemos fabricarte» de Philip K. Dick. Un autor que suele gustarme, pero en este libro se me ha hecho bastante pesado. No he logrado empatizar con ningún personaje ni interesarme lo más mínimo por la historia. Una lástima.

¿Y tú? ¿Qué tal han sido tus lecturas del 2020? ¿Algún libro que te haya enamorado? ¿Alguno que hayas odiado a muerte?
Para todos aquellos que no habían disfrutado antes del dudoso honor de enfrentarse a mi ARTE hombrepalista, aclaro que todas las imágenes son originales y han surgido a partes iguales de una mente enferma y una mano inútil: la mía. Y sí, la cutre-calidad de las fotos también es marca de la casa.
¡Virginia! Qué honor que mi libro esté entre los que te han gustado y esa portada hombre palo que has hecho es genial, me encanta, lo digo de verdad, me he emocionado muchísimo.
La verdad es que no he leído más que Patria de todos los libros que mencionas y muchos de ellos, como el de Pascual, lo tengo en el punto de mira para cuando tenga trabajo y dineros y pueda permitirme comprar caprichos literarios, o caprichos a secas. He oído hablar muy bien de él.
Creo que lo peor que puede pasarte es tener muchas expectativas de un libro y encontrarte que no se cumplen. Por lo general, tiendo a no leer ni la sinopsis del libro, me fío de las recomendaciones o de las portadas, así es que a veces me llevo chascos tremendos, para no crearme ideas sobre el contenido. Me pasó con Patria que me lo recomendó la bibliotecaria, había oído mencionar el libro en infinidad de ocasiones, pero no tenía ni idea de qué iba y ni tan mal. Pero sí que entiendo que pueda resultar fraudulento para la gente por lo que dices, que a veces se desvía del tema y nos muestra cosas que son poco verosímiles o importantes para la trama.