Mi 2019 en libros

En mi último post, mencioné mi propósito de escribir una entrada mensual en este blog. Eso fue en noviembre y lo primero que he hecho en el mes de diciembre ha sido fallar estrepitosamente, pero así es la vida y así son las fiestas de navidad: una locura. Así que, un poco tarde, voy a publicar la entrada que tenía planificada y que nunca vio la luz en diciembre.

Mi intención era hacer un balance de 2019 aprovechando que estaba a punto de terminar (no soy muy original, lo sé).

La entrada de noviembre la dediqué a hacer una especie de revisión de mis logros literarios, así que no voy a seguir de nuevo por ese camino salvo para comentar un par de novedades:

  1. El relato que presenté al segundo certamen de relatos de fantasía y ciencia ficción de la revista Supraversum («Lo mejor era olvidar») recibió una mención y lo han publicado en el segundo número de la revista. Así que, muy contenta.
  2. Conseguí enviar la novelette de fantasmas a la  Editorial Amanecer. Independientemente de que les guste o no, solo el hecho de haber conseguido escribirla en noviembre y corregirla y enviarla en diciembre ya me parece un gran logro.
Aquí un arbano. Si no sabéis lo que son, ya podéis ir descargando el segundo número de la revista supraversum para averiguarlo.

Como decía, ya he cubierto el cupo de rollos cebollos acerca de escritura, así que ahora quiero revisar en su lugar mis lecturas de 2019. He conseguido leerme un total de 31 libros este año, que comparado con otra gente, no parece gran cosa, pero con mi ritmo de vida lo considero un número muy satisfactorio. No te asustes, no voy a hacer una reseña completa de todos ellos, pero sí quiero mencionar al menos cuáles me han enamorado, si me dieron lo que esperaba o me sorprendieron gratamente y cuáles me decepcionaron.

Amor con todas las letras:

Empecé el año leyendo «Polvo de Sueños», la novena entrega de la saga de Malaz: El Libro de los Caídos. Los que me conocen saben que soy malazana de corazón y, aunque este no es el mejor libro de la saga ni remotamente y el final es totalmente abierto, si me dan diez mil páginas de paja malazana, la devoro con ansia y me sabe a poco.

«El día antes de la revolución» de Ursula K. Le Guin es un cuento muy cortito que sirve para darle un poco más de profundidad a un personaje al que mencionan en la novela «Los desposeídos». En general, Le Guin es una escritora que me gusta mucho y disfruté leyendo «Los desposeídos», aunque no tanto como otras de sus obras (motivo por el que este libro aparece listado en el siguiente apartado). Sin embargo, el cuento me pareció una maravilla. De Le Guin he leído también este año «La rueda celeste» y es un pedazo de libro que recomiendo muy fuerte.

Con el Mundodisco me pasa un poco como con Malaz, pero es que encima «¡Voto a Bríos!» es un librazo. Además, encaja perfectamente con los tiempos que corren y lo absurdo de ciertas situaciones que estamos viviendo actualmente. «El país del fin del mundo» me gustó bastante menos, aunque sigue siendo Pratchett y Pratchett es siempre bien, por eso ha terminado colándose en el siguiente apartado.

Stephen King ha sido durante muchos años uno de mis escritores favoritos. «Mientras escribo» me ha parecido un libro muy interesante y también muy entretenido de leer.

«Carbono modificado» me sorprendió gratamente, es un libro muy disfrutable pese a no ser perfecto y lo incluyo en esta lista porque, al terminarlo, la impresión general era muy positiva.

La primera parte de los cuentos completos de Asimov me encantó y estoy deseando ponerme con la segunda. En general, no es fácil que de un libro de relatos gusten todos, pero de este no hay ninguno que me haya resultado pesado de leer y eso es un gran logro.

Cierro esta lista con tres libros de ciencia ficción escritos por mujeres que me han encantado y que son completamente distintos entre sí, pero todos maravillosos: «La brigada de Luz» de Kameron Hurley, «Voces en la ribera del mundo» de Diana P. Morales e «I.O. Vitae» de Caryanna Reuven. Los tres recomendadísimos. Si no los has leído, hazles un hueco en tu pila.

Aquí tenéis las portadas, para que los encontréis con facilidad si queréis comprarlos.

Ni tan mal, oiga

Dentro de este apartado hay tres tipos de libros: los que me gustaron, pero hubo algo que hizo que mi experiencia lectora no fuera todo lo satisfactoria que debería haber sido, los que me dieron justo lo que esperaba y los que no daba un duro por ellos y al final me gustaron lo suficiente como para salvarlos de la quema.

«El atlas fantasma» entra dentro de la primera categoría, al igual que «El poder», «Los desposeídos», «The Halloween Tree», «Amatka» y «Una magia más oscura». Los casos de «El poder» y «Amatka» creo que son los que más me dolieron. 

El primero, tiene una premisa muy interesante y, al principio, bien desarrollada, pero al ir acercándose al final pierde verosimilitud a marchas forzadas. «Amatka» es un libro con una idea tremendamente original y muy agradable de leer, pero con un final que me decepcionó mucho. 

Respecto a «Una magia más oscura» me ha gustado lo suficiente como para querer terminar la trilogía, tal vez alguna de las partes que no me convencieron mejore al leer el conjunto completo.

Esto no significa que no recomiende la lectura de estos libros. De hecho, creo que deberías darles una oportunidad para poder formarte tu propia opinión.

Más portadas. ¡Estamos que lo tiramos!

Los libros de la segunda categoría, los que me dieron lo que esperaba, me gustaron, algunos de ellos bastante, la verdad. Ya he dado algún ejemplo, pero por aportar otros, siempre he disfrutado leyendo a Oscar Wilde o a Sándor Márai. Estos libros cumplieron mis expectativas, que no es poco, pero están en esta sección porque no fueron más allá: «The importance of Being Earnest and other plays», «¡Universo!», «Cómo sobrevivir a la escritura», «El bastardo recalcitrante», «No estás sola», «Liberación», «Un mundo helado», «El país del fin del mundo» y «Prácticas mágicas».

Empieza a darme un poco de vergüenza, no te creas, pero uno tiene que ser consecuente con su propia estupidez y seguirla hasta el final.

Y en la última categoría (libros por los que no daba un duro y al final, ni tan mal) encontramos: «Objetos frágiles», «El bosque animado» y «El mundo resplandeciente». Todos ellos del club de lectura (muy normal no soy, pero normalmente no suelo leer libros que creo que no me van a gustar salvo que el club me obligue). 

No soy muy fan de Gaiman y con «Objetos frágiles» sí me ocurrió lo de que algunos relatos me gustaron y otros me parecieron el sopor. Los que sí lo hicieron, los disfruté mucho y por esa razón he incluido el libro en esta lista.

De «El bosque animado» recordaba la película, que no es que me disgustase, pero no me llamaba la atención leerme el libro y, la verdad, me alegro de haberlo hecho. No solo está muy bien escrito, sino que tiene un encanto especial. Hay dos tipos de historias: las que están contadas desde el punto de vista de los humanos y las que lo están desde el de animales, árboles…. Los primeros no siempre me llegaron lo suficiente, sin embargo, los segundos son una joya.

El mundo resplandeciente me ha parecido una cosa loquísima. La estructura no tiene ningún sentido. La historia es como muy naíf y al mismo tiempo muy radical. Hay una parte un tanto pesada centrada en el pensamiento científico de la obra, pero el resto es bastante ameno. La escritora era una niña pija rodeada de privilegios y el libro está escrito desde esa perspectiva así que a veces dan ganas de abofetearla. Si embargo, también tiene ideas muy bonitas, fundamentalmente la parte en la que habla de crear mundos propios. En cualquier caso, leerlo me parece una experiencia y, como es muy corto, creo que merece la pena darle una oportunidad.

Si alguien me denuncia por esto, lo entenderé.

¡Quién me mandaba a mí...!

En general, es difícil que un libro me parezca tan horrible como para que no se cuele en la lista anterior. He leído muy pocos libros en mi vida que me hayan parecido tan malos como para no salvar absolutamente nada de ellos. El caso de los tres libros que voy a comentar ahora no es ese. Es más bien un tema de expectativas. Son libros que no son malos per se si no que me han decepcionado en base a lo que yo esperaba encontrar.

Estos son nuestros tres ganadores.

«La quinta estación» tiene cosas que me gustaron mucho, pero la sensación que me dejó al terminarlo fue de engaño. Primero, porque es una introducción larga de lo que supongo está por venir en los dos libros restantes. Aunque lea una saga, pido un mínimo de cierre a cada uno de las partes que la componen para encontrar su lectura satisfactoria (cosa que sí ocurre en «Una magia más oscura», por ejemplo). En ese caso, además, el ritmo de las historias no me convenció y gran parte de las decisiones de la escritora me resultaron totalmente anticlimáticas. Tengo intención de terminar la trilogía y ver si el conjunto global me convence algo más, pero cada vez que intento ponerme con el segundo me asalta la pereza. Veremos si este año cambio mi opinión sobre este saga.

El segundo fue otro de los libros del club: «La fortaleza». Vamos a ver, vampiros matando nazis, no me esperaba un libro digno de pasar a la historia de la literatura, pero sí una historia entretenida y algo más valiente. Los personajes son planos, casi una caricatura (tantos los buenos como los malos). Todos sabemos que los nazis son gentuza (o todos deberíamos saberlo), pero si en lugar de ponerte a señores crueles que disfrutan haciendo sufrir a la gente hubieran puestos gente más humana que creen que lo que hacen es lo correcto para salvar su patria quizá importaría algo verles caer como moscas. Porque la verdad, no sé para qué quieren parar al vampiro si le está haciendo un favor a la humanidad. No voy a destriparle a nadie el final, pero diré que todos los miembros del club coincidimos en que es francamente lamentable.

Sé que el último libro de este apartado está en la lista de favoritos de muchos lectores en cuyo criterio confío y quizá por eso me haya decepcionado tanto. Voy a coger aire antes de poner esto por escrito. Ya está, lo digo: no me ha gustado «Dune». Tiene buenas ideas y algunos personajes interesantes, pero también tanto momento absurdo que rompía mi suspensión de incredulidad, tanta paja que no llevaba a ninguna parte, tanto personaje cuya trama demuestra no valer para nada… que sufrí más de lo que disfruté leyéndolo. El principio me parece maravilloso, pero a partir de ahí salvo muy poco de este libro. Ya está, lo he dicho, ahora me siento aquí a agradecer que, con el número de seguidores que tengo, si me tiran piedras al menos serán pocas.

¡Son pocas, pero duelen!

Para todos aquellos que no habían disfrutado antes del dudoso honor de enfrentarse a mi ARTE hombrepalista, aclaro que todas las imágenes son originales y han surgido a partes iguales de una mente enferma y una mano inútil: la mía. Y sí, la cutre-calidad de las fotos también es marca de la casa.

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