Tengo varios géneros con los que nunca me he atrevido porque no se me dan muy allá. Uno de ellos es el terror, en todas sus vertientes; ni el slasher, ni el sobrenatural, ni nada de nada. Me cuesta ser capaz de generar esa atmósfera angustiosa que hace que todo funcione y hasta lo más loco resulte perfectamente creíble. Así que, este año, uno de mis propósitos era escribir al menos un relato de terror medio decente.
Escogí cuatro convocatorias, aquí las tenéis en el orden en que escribí los relatos:
Comencé por la de terror hispánico, para lo que escogí hablar de una figura de mi ciudad: el Sacamantecas. Escribí un relato titulado Jabón con olor a lavanda, que no funcionaba de ninguna manera posible. Resultó ser bastante más costumbrista que de terror y, lógicamente, no ha sido seleccionado. Sin embargo, escribiéndolo me di cuenta de muchas cosas que no funcionaban y también descubrí algunos de mis puntos fuertes, que después pude emplear en los siguientes relatos.
Para la convocatoria de Avenida Noir, escogí contar una anécdota de la época en que compartía piso, en mis años mozos y con la que siempre me he reído mucho. Solo que aquí, risas hay pocas. El relato se titula Llaman a la puerta. No es perfecto y hubo cosas que no me terminaron de convencer, pero quedé contenta con el resultado general. Este relato sí que ha sido seleccionado para formar parte de la antología. Con él aprendí que basarme en experiencias reales me resulta muy útil para conectar con el terror y generar esa atmósfera de la que hablaba.
Para el relato de Círculo de Lovecraft (sin entrar en detalles porque aún no ha salido el fallo y sigue siendo anónimo), cogí pedacitos de mis recuerdos y los mezclé con lo aprendido tras años de leer libros del maestro King. Conseguí escribir un relato del que estoy orgullosa de principio a fin. Independientemente del resultado de la convocatoria, siento que al escribirlo logré mi objetivo.
Hola Virginia de Papel,
Estoy deseando tener tu novela en mis manos!!