Por fin la vida parece ponerse en marcha lentamente, aunque aún estemos lejos de volver a la normalidad. Pasará bastante tiempo antes de que el mundo literario se recupere del todo e iremos descubriendo, poco a poco, qué editoriales y pequeñas librerías han logrado sobrevivir a esta crisis y cuáles no. Esta semana, por ejemplo, recibíamos la dura noticia de que la editorial Amanecer cierra sus puertas y es una lástima porque era una de las que merecía mucho la pena, pero las cosas son así y solo nos queda dar las gracias por el estupendo trabajo que han realizado hasta ahora.
De todos modos, no he venido a hablarte de cosas tristes, sino todo lo contrario. En la anterior entrada del blog, te contaba cómo los distintos retrasos que mi vida literaria estaba sufriendo habían producido un impacto negativo en mi motivación y qué pensaba hacer para solucionarlo. Hoy puedo decir que mi plan está funcionando, que muchas cosas se han puesto otra vez en marcha y que mi motivación está mejor que nunca.

Concursos varios:
He recuperado la ilusión por participar en consursos de escritura. Este es un tema muy importante para mí, no tanto por la posibilidad de ganar alguno, sino porque escojo siempre aquellos que me suponen un reto por un motivo u otro y me ayudan a aprender y mejorar como escritora. Ya te hablé de mi relato de piratas para el Kraken liberado (que, tal y como esperaba, no seleccionaron) y de mi intención de buscar nuevas convocatorias en las que participar.

Pues bien, el Reto de Asshai estaba una vez más en marcha con su edición XXV ya y, la verdad, había decidido tirar la toalla y no presentarme. Las normas no me inspiraban y no tenía ninguna idea que me apeteciera contar. Supongo que fue precisamente eso lo que me hizo intentarlo, el que las normas de esta edición me resultaran complicadas. El caso es que me puse y poco a poco fui creando una patatilla que las cumplía y podía entregar. No es ni de lejos el mejor relato que he presentado al Reto, pero he probado algunas cosas nuevas, que al fin y al cabo es para lo que sirve, así que lo doy por bien empleado.
Además, una semana antes de que venciera el plazo de Amistad sin fronteras de la editorial Amanecer (inserta aquí una imagen mental de mujer palo llorando desconsolada, que ya dibujé una el mes pasado y no quiero repetirme) se me ocurrió una idea y, contra todo pronóstico, fui capaz de desarrollarla y ponerla por escrito a tiempo de enviarla. No está muy claro qué va a ocurrir ahora con esta antología, se está pensando en sacarla adelante en Lektu como pago social, pero, por el momento, no hay ninguna decisión al respecto. De todos modos, lo importante para mí era ser capaz de escribir el relato, así que pase lo que pase, me parecerá bien.
Pero eso no es todo, el plazo para presentar relatos para la antología Visiones se extendió hasta el 15 de junio y ahora tengo una idea en la que estoy trabajando y que estoy segura de poder enviar a tiempo. No es muy buena. De hecho, al pobre ser humano que comparte vida conmigo le pareció inviable y eso la ha convertido en un reto maravilloso. Sé que no tiene ninguna posibilidad de que lo seleccionen, pero quiero demostrarme a mí misma que soy capaz de hacer funcionar mi idea. Veremos a ver qué ocurre.
Por lo demás, tengo echado el ojo a otros concursos de un género que se me da fatal: el terror. Este año me he propuesto ser capaz de escribir, aunque sea uno que funcione. Tengo un par de ideas que quiero poner por escrito. A ver si hay suerte.
Mundos sutiles:
Por fin pudimos seguir adelante con la publicación de Mundos sutiles. Todos los ejemplares de la preventa llegaron a sus hogares y ya se está vendiendo con normalidad (aquí). Incluso los autores hemos recibido nuestra copia. Sí, por fin tengo en mi casa un libro publicado en que aparece mi nombre y mis apellidos.

Además, he tenido la oportunidad de leerlo y puedo decir que no solo es un libro precioso por fuera, sino que su contenido es maravilloso. En general, las antologías suelen incluir algunos relatos que te llegan y otros que te sobran, pero en este caso, el porcentaje de historias que me han convencido, por un motivo u otro, es casi del 100%. Si quieres saber un poco más sobre ellos, aquí puedes echar un vistazo a la entrevista que nos hizo Esther Magar a los autores y en la que contamos brevemente de qué van nuestros relatos.
Como ya comenté, la presentación del libro estaba fijada para el 27 de marzo, pero hubo que cancelarla. Como no se sabe cuándo se podrá llevar a cabo, en Cerbero tuvieron la idea de organizar una presentación online con todos los autores que quisieran sumarse. De entrada, la idea era bastante loca, ya que en el libro participamos 21 autores, pero, a medida que empezamos a confirmar nuestra presencia, estaba claro que la cosa se nos iba de las manos.
Esta ha sido la primera presentación como autora de mi vida y puedo decir que estrenarse online, con veinte personas participando en directo durante tres horas es una de esas cosas que no creí que viviría nunca. Fue una experiencia muy divertida y tan caótica como yo, así que me sentí como en casa. Además, Juan Carlos Teso me comparó con Pratchett y yo con eso ya me puedo morir tranquila.

Si tienes tiempo y valentía suficientes, aquí tienes el enlace a la presentación completa. Si sientes curiosidad por mi pequeño Cogolluelos de Valdefaunillo (o quieres verme poniendo caras raras), puedes ir directamente al momento 1:56:00, aunque recomiendo verlo entero, porque se habló de muchas cosas interesantes durante las tres horas.
Propósito, Logro, Duelo:
Me solía referir a ella como proyecto Prolodu, pero creo que ya es momento de ir llamando a mi pequeña por su nombre. Aquí la tienes: Propósito, Logro, Duelo. La novela que espero poder presentarte pronto. No puedo decir mucho más por el momento, solo que Propósito, Logro y Duelo son tres planetas que son claves en la historia. Además, el título hace referencia a la trayectoria que siguen los imperios: comienzan sintiendo el deseo de expandirse y conquistar, consiguen llegar al punto más alto y terminan cayendo y viviendo del recuerdo de tiempos mejores.

Aún falta todavía para tenerlo en mi manos, pero ya estamos trabajando en la cubierta y puedo decirte que la portada es tan maravillosa como todas las que hace Titanium. Nada que ver con el engendro que acabas de encontrarte justo encima de estas líneas.
Para todos aquellos que no habían disfrutado antes del dudoso honor de enfrentarse a mi ARTE hombrepalista, aclaro que todas las imágenes son originales y han surgido a partes iguales de una mente enferma y una mano inútil: la mía. Y sí, la cutre-calidad de las fotos también es marca de la casa.